Entre las decenas de frases inteligentes que suele dejar Jorge Valdano (campeón del mundo con la selección argentina en 1986, ex director técnico y secretario deportivo de Real Madrid) dijo alguna vez que cada victoria de un equipo en un partido implica un 30% de posibilidades de un nuevo triunfo en el partido siguiente y, en el caso de una derrota, exactamente lo contrario. Valdano se refería, por supuesto, al aspecto anímico de un resultado.
Después de perder tras un invicto de seis partidos, San Martín intentará volver a la victoria el próximo domingo, ante Estudiantes de San Luis, en la Ciudadela. Tendrá que hacerlo con un par de variantes obligadas. A la expulsión de Juan Galeano (que fue por roja directa y por codazo, según explicó el árbitro Lucas Comesaña después del partido, por lo que posiblemente el volante recibirá más de una fecha de sanción), el técnico Rubén Forestello tampoco podrá contar con Ismael Benegas, quien ayer llegó a la quinta amarilla.
En verdad, en su única declaración futbolística del partido de ayer, Forestello admitió que decidió la salida de Lucas Bossio porque temía que el volante central fuera expulsado. “Tenía tres amonestados desde el primer tiempo y los podían expulsar en cualquier momento. La salida de Bossio no fue táctica, pasó por otro lado. Ya estábamos perdiendo y el panorama estaba muy difícil con todo lo que estaba pasando. En ese momento comencé a pensar en el partido que viene”, indicó.
“El próximo partido lo vamos a jugar como contra Los Andes. Vamos a jugar con tranquilidad. No siento que tengamos que mejorar mucho respecto a lo que pasó esta vez. Si hubiéramos perdido bien, sí, pero ya sabemos lo que pasó”, insistió el técnico en su crítica a Comesaña.